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El gobierno ordenó el jueves a los empleadores en Beijing que detuvieran los trabajos al aire libre, ante las previsiones de que el calor abrasador en la capital china alcanzara los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit).
Los departamentos del gobierno recibieron instrucciones de asegurarse de que enfermos y ancianos podían mantenerse frescos, después de que la ciudad de 22 millones de personas emitiera una alerta roja, el nivel más alto del sistema de avisos por temperaturas extremas.
El gobierno reportó el lunes que Beijing había registrado 10 días de temperaturas por encima de los 35 grados C (95 F), la racha más larga de esa clase desde 1961.
“Departamentos y divisiones relevantes tomarán medidas de emergencia de prevención de golpe de calor y refresco”, indicó un mensaje del gobierno municipal, que ordenó a los empleadores que “detengan las operaciones al aire libre”.
Al mismo tiempo, las inundaciones han obligado a miles de personas a huir de sus hogares en el sur de China.
El gobierno emitió el miércoles una alerta de posibles inundaciones repentinas en Mongolia Interior, en el norte; Heilongjiang, en el nordeste, y las regiones de Tíbet y Sichuan, en el suroeste.
