El flujo de personas que continúan acudiendo a los diferentes centros de vacunación se ha mantenido elevado durante las últimas semanas, ya sea en procura de dosis contra el Covi-19, la influenza o el neumococo.
Entre las razones para colocarse algunas de esas vacunas antes mencionadas, revelaron que lo hacían por motivo de viaje, sospechas de estar positivos al Covid-19, ya que estuvieron cerca de personas infectadas, o por cuidar su salud ante el temor de algún virus.
Así, sin importar el lugar de donde vengan o si el puesto de vacunación les queda muy lejos o relativamente cerca, la gente sigue saliendo de sus hogares en busca de un resguardo para su salud.
Procedente del sector El Millón de la capital, la venezolana Raisa Escalona, de 77 años, acudió al puesto de vacunación ubicado en las instalaciones del Ministerio de Salud Pública en busca de la vacuna contra la influenza.
Sin embargo, la extranjera quería saber cuándo podía volver para colocarse la dosis de refuerzo contra el Covid-19, pero el personal de servicio se dio cuenta de que esta ya tenida la quinta dosis, por lo no era necesario que se colocara otra más.
Al ser abordada, Escalona indicó que lleva siete años residiendo en el país, y que después de lo acontecido durante la pandemia siempre lleva puesta su mascarilla por miedo a contagiarse.
“Ando todo el tiempo con la mascarilla puesta por si alguien estornuda encima de mí. Tengo que cuidarme porque ya estoy muy vieja”, aseveró la venezolana, quien estaba acompañada por sus familiares Franklin Escalona y Gladis Cruces, quienes manifestaron que aunque iban por la vacuna de la influenza “no tendrían problemas con colocarse una dosis de refuerzo al igual que su pariente”.
Mientras para Aniela Carbonel, el vivir cerca del referido puesto de vacunación puede que le facilite las cosas, pero no calma su preocupación de madre, pues hace nueve días su pequeña de dos meses dio positivo al Covid-19.
Carbonel dijo que su bebé está estable y que el pediatra le indicó la prueba PCR para cerciorarse de que estuviese negativa.
La misma agonía envergaba a Franklin Moya, quien contó que su esposa había dado positiva al virus el pasado jueves y después de relatar los estragos que ha atravesado su pareja, producto de los síntomas del Covid-19, dijo que acudía a realizarse la prueba PCR por miedo a estar infectado. Pero aunque su prueba salió negativa, se llevaba a su casa la preocupación de su ser querido.
Asimismo, otras personas sostuvieron que acudían a colocarse la vacuna por motivo de viajes y porque su edad representaba una vulnerabilidad ante un posible contagio.