La pandemia ha causado estragos en todas las rutinas cotidianas y la visitas a las bibliotecas no ha sido la excepción. Luego de la incidencia del virus la recepción de los estudiantes e investigadores se ha reducido significativamente en estas librerías.
Por ejemplo, la biblioteca central de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Pedro Mir, recibía diariamente entre 11 y 12 mil usuarios para solicitar diferentes servicios. Ahora unos 150 o 200 usuarios asisten de manera presencial.
Modesto Encarnación, director de la biblioteca, expresó a Listín Diario que la aparición de la pandemia ha marcado “un antes y un después en las visitas”, por la disminución de estudiantes que se ha reflejado producto de las medidas restrictivas y las clases a distancia que fueron instauradas.
Mientras que en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU) todavía se mantiene viva su audiencia, aunque en menor proporción a pesar de los estragos que les causó el coronavirus obligándolos a cerrar sus puertas a los aficionados de la lectura.
No obstante, lo positivo de esta baja de usuarios es que encaminó la logística presencial hacia la digitalización y modernización en ambas bibliotecas en materia de servicios, incrementando las visitas a los portales web en busca de los libros solicitados.
Demanda digital
“La mayor parte de la consulta y solicitudes que hacen los usuarios se están haciendo vía electrónica, a través de una base de datos colgada en internet”, señaló Encarnación referente a las alternativas utilizadas por la pandemia y que han tenido ventajas durante el proceso.
Resaltó que una de las opciones habilitadas en la web es la denominada “pregúntele al bibliotecario” donde los estudiantes pueden realizar cualquier consulta de catálogo para verificar el libro o tesis que necesita y acudir por ellos.
En la BNPHU se atendían en 2019 unos 12 mil usuarios, en el 2020 alrededor de 3,900 visitantes y en el 2021 se estima que la recepción de jóvenes se ha reducido a la mitad.
Libros digitales
Los textos digitales, una alternativa innovadora que se disparó en tiempos de pandemia. “Las personas hacen su consulta cuando quieran y a la hora que quieran en linea”, señaló Encarnación destacando que la tecnología ha jugado un papel importante durante la crisis sanitaria.
Alrededor de 150 y 200 mil consultas se registran mensualmente en la plataforma donde están colgados los libros digitales.
Por su lado, en la BNPHU la “mayor riqueza” no está en los libros digitales, aunque existen en este formato los textos que son autorizados por los autores.
Romero entiende que es buena opción que los autores autoricen sus libros para ser llevados al formato digital y así aumentar las facilidades de obtención.
Origen de libros
La principal fuente de obtención de los libros de la biblioteca de la UASD es mediante la donación directa de estudiantes.
Todo matriculado de la UASD que culmine su carrera universitaria tiene que cumplir uno de los principales requisitos para obtener derecho a la investidura, que es pagar un monto de 400 pesos para la donación de un libro a la biblioteca.