El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que busca reelegirse hablando de aliviar el bolsillo de los votantes, prometió ayer martes reducir el precio de 10 medicamentos para tratar enfermedades graves y provocó protestas de empresas farmacéuticas.
Mientras «la industria farmacéutica obtiene ganancias récord, millones de estadounidenses se ven obligados a elegir entre pagar los medicamentos que necesitan para vivir o pagar la comida, el alquiler y otras necesidades básicas. Esos días se están acabando», dijo el presidente demócrata en un comunicado.
Estados Unidos paga en promedio 2,5 veces más por los medicamentos con receta que países como Francia, según un estudio de la Rand Corporation.
La reforma anunciada por Biden es parte de la Ley de Reducción de la Inflación, un vasto programa que incluye reformas sociales y transición energética.
La Casa Blanca escogió inicialmente 10 medicamentos cuyo precio podrá negociar a partir de ahora Medicare, el sistema que brinda cobertura sanitaria para mayores de 65 años.
GASTOS DE LAS PERSONAS MAYORES
Según el gobierno estadounidense, en 2022 las personas mayores tuvieron que gastar 3,400 millones de dólares en tratamientos para coágulos sanguíneos, diabetes, problemas cardíacos, psoriasis y cáncer de sangre.
Uno de estos remedios, el anticoagulante Eliquis (apixaban), es utilizado por más de 3,7 millones de beneficiarios de Medicare.
El laboratorio Bristol Myers Squibb, su fabricante, dice que los beneficiarios de Medicare a los que se prescribe ese medicamento «pueden obtenerlo actualmente con gastos relativamente bajos, de una media de 55 dólares al mes» y afirma que la iniciativa de Biden pone eso «en peligro».
El grupo Johnson & Johnson, que produce dos de los fármacos involucrados en la medida, dijo que la reforma «restringiría la innovación médica, limitaría el acceso y la elección de los pacientes, e incidiría negativamente en la calidad general de la asistencia».