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La vicepresidenta Raquel Peña consideró ayer que la muerte a tiro de un sargento del Ejército de la República Dominicana en la zona fronteriza de Dajabón, se trató de una situación aislada.
“Yo quiero decir y quiero asegurar que fue, realmente, una situación aislada”, precisó la vicepresidenta, mientras se investiga el caso que sucedido el domingo 11 cuando el militar prestaba servicio y fue baleado por un haitiano. “Es una pena la muerte de ese militar”, lamentó Peña al responder preguntas de miembros de la prensa.
En tanto que, el ministro de Defensa, teniente general Carlos Díaz Morfa, descartó la participación de grupos criminales de Haití o del territorio dominicano en la muerte del sargento Bartolo Familia Solís.
“Todo parece indicar que fue algo personal”, dijo Díaz Morfa a los periodistas.
Con un arma de fuego calibre 3.80, el haitiano, que ya ha sido identificado según el presidente Luis Abinader, hirió al militar cuando le disparó en el costado izquierdo. Tiempo después, el alistado falleció.
El hecho tuvo lugar en el puesto de chequeo “El Corozo”, ubicado en el municipio Restauración, de la provincia Dajabón.
El ministro de Defensa, además, dijo que ese hecho “no tiene nada que ver con la soberanía nacional”, y apuntó que está en proceso de investigación para determinar a los implicados.
Para el teniente general ha sido un caso “muy lamentable y aislado”. Aseguró que los oficiales están “permanentemente protegidos”.
Con honores militares por miembros del Ejército dominicano, los restos del sargento fueron sepultados el pasado martes 13.
