Unos 1.800 policías en Estados Unidos fueron imputados por delitos de abusos a menores entre 2005 y 2022, de acuerdo a una investigación publicada por el rotativo The Washington Post.
La investigación también reveló que cerca de un 40 % de los policías condenados por estos delitos no pisó la cárcel.
El rotativo analizó miles de dossieres judiciales durante más de un año y encontró que en el periodo entre 2005 y 2022 cerca de 17.700 agentes de Policía fueron imputados, de los cuales 1.800 por abusos a menores.
Un 39 % de estos 1.800 policías fueron acusados de violación, un 20 % de pornografía infantil y un 19 % de tocamientos.
Aunque las relaciones entre los agentes acusados y sus víctimas se establecieron en todo tipo de situaciones, muchas ocurrieron en ámbitos educativos, con policías destinados a escuelas.
El 83 % de los imputados fueron condenados, pero solo un 61 % de ellos fue a la cárcel.
La investigación del Post concluye que «este tipo de mala conducta policial ha pasado en gran medida desapercibida por el público y no ha sido abordada dentro del sistema de justicia penal».
El expolicía, profesor de justicia criminal en la Universidad Bowling Green, de Ohio, y autor de la mayor base de datos sobre arrestos policiales en el país, Philip Stinson, afirmó que «esto sucede en comunidades de todo el país, pero no está en el radar de la gente».
«Luego, los jefes de policía se adhieren a la teoría de las ‘manzanas podridas’, donde dicen, ‘no hay nada que ver aquí, resolvimos este problema cuando los despedimos'», agregó.