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Los senderos hacia el mundo digital y la tecnología en la educación dominicana se vieron marcados por la modalidad a distancia en la que se desarrolló de manera precaria el año escolar 2020-2021 debido a los estragos del covid-19.
La ejecución de esta modalidad no tenía precedentes en el país y por tanto fue el asombro del año lectivo debido a las interrogantes que surgieron y las predicciones de su avance, como también los resultados de eficiencia en los estudiantes.
En fin, durante el primer año de gestión que tuvo como eje principal el año escolar a distancia ha sido como una caja de pandora que por fuera luce impecable, pero en su interior contiene muchísimas sorpresas que han predominado en el primer mandato de Roberto Fulcar frente al Ministerio de Educación.
Este se vio obligado a crear un plan de emergencia para “salvar el año escolar”, denominado “Aprendamos en Casa preservando la Salud” para garantizar la educación a dos millones 200 mil estudiantes matriculados en el sector público, por radio, televisión y en ocasiones por plataformas virtuales que requerían de una tablet, celular o computadora, de los que carecían la mayoría de los estudiantes.
Distintas modalidades
Durante todo el año escolar, que inició oficialmente en noviembre, interrumpiendo el comienzo tradicional de las clases y que tuvo un costo de 50,000 millones de pesos, se experimentó al menos tres modalidad para el desarrollo de las clases.
“Aprendamos en Casa preservando la Salud” que incluyó la docencia por radio y televisión nacional, “Retorno a la Alegría” donde se convocó a los estudiantes a la semipresencialidad, y tiempo más tarde, “La Apertura General de las Aulas” en la que autorizó que todos los grados pudieran asistir totalmente presencial a la escuela.
Luego de emplear estas tres modalidades como “tipo un vaivén”, se vieron obligados a retroceder a su primer plan: la modalidad a distancia, debido a los altos contagios de covid y demás indicadores de la enfermedad, sin tener a mano ninguna otra alternativa diferente a las demás.
Barreras
Muchos de los estudiantes matriculados no lograron aprovechar las clases a distancias por diferentes obstáculos que le imposibilitaron su desempeño de manera efectiva.
La falta de conectividad, la carencia de equipos electrónicos, la inestabilidad en el suministro de la energía eléctrica y en muchos casos los padres iletrados fueron sólo algunos de los fantasmas que arrastró la modalidad a distancia en todo su trascurso.
Otras interferencias partían desde la distracción en los estudiantes por el hacinamiento o precariedades de sus hogares, la poca paciencia y tolerancia de los padres también lograron impedir una absorción de conocimientos efectivo.
Todas esas complicaciones iban de la mano impidiendo la comprensión de los contenidos del cuadernillo que se complementaban con los audiovisuales que se transmitían por radio y televisión nacional dejando lagunas en todos sus niveles.
Otra dificultad que marcó el desempeño del año lectivo fue la carencia de televisores y radio, electrodomésticos principales para recepción de las clases. Además, la poca visibilidad y acceso a los canales correspondiente de los diferentes grados.
Valoración de la ADP
La presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, valoró el año escolar a distancia en una sola palabra: complicado.
Guante lo definió de esta manera debido a la rapidez con la que los docentes tuvieron que adaptarse para desempeñar su sol como educadores.
También consideró la ansiedad como una de los resultados de las diferentes modalidades implementadas a causa de las deficiencias de conectividad y otros obstáculos que les impedían a muchos maestros acceder a las clases virtuales a tiempo.
Aunque destacó que se logró “salvar un año escolar” a pesar de las inconvenientes que se presentaron a pesar de que aún faltan muchas cosas por superar en la educación dominicana.
Esperanzas
La gremialista está esperanzada que lo que resta de tiempo sea suficiente para que el Minerd concluya con las intervenciones de los planteles escolares antes de que se inicie el año escolar el próximo mes de septiembre que se llevará a cabo de manera presencial.
De acuerdo al Minerd, hay 2,400 planteles listos y restan cerca 1,200 centros educativos de un total de 3,600 escuelas que necesitaban de remozamientos en la planta física a nivel nacional.
